La poesía nos hace experimentar todo aquello que habita más allá del alma. Es seductora y fortalece la fé de los sueños. Octavio Paz establece, que la actividad poética, significa: conocimiento, salvación, poder, abandono, operación capaz de cambiar al mundo, ejercicio espiritual, un método de liberación interior.
Conocer la poesía, es contemplar momentos de libertad, nostalgia, y ese corazón sin máscaras. Esta prestigiosa pieza de arte, ha recorrido diferentes épocas en donde el hombre no ha dejado de buscar la respuesta a su existir.
ELEGIA DE JUAN DE LA CUEVA
Robó mi alma un corazón altivo
que desprecia el amor con su grandeza,
y se yela de verme en fuego vivo.
No mueve a amor mi llanto su dureza,
ni piedad le enciende el pecho helado,
firme en ser ministerio de crueza;
porque de quien en todo es gobernado
quiere que siempre esté a mi humilde ruego,
de duro diamante o nieve armado.
No quiere que jamás se vea en sí ciego,
ni lo podrá tener el alma mía,
deshecha en llanto cual la cera fuego
Porque trayendo a la memoria el día,
dulce ocasión de mi soberbia pena
en que vi la que roba mi alegría,
el alma en fuego, al cuello la cadena,
sigo el duro precepto a que me obliga amar
la que al soberbio amor refrena.
Muerte, prisión, tormento, ansia y fatiga
olvido, saña, ira, angustia y llanto
vi , luego que ver pude a mi enemiga.