15/2/10

Un amor literario

Por Eldisa Azuara



Al encuentro con aquel magnifico mundo de la literatura, se motiva mi mente, por tener la fortuna de conocer a un extraordinario individuo, que no sólo me ha contagiado de esa magia del teatro, sino que también me confirma la huella de la esperanza en aquel angosto y difícil camino de la realidad.



Para este artista considerado como el último juglar, las aventuras suelen ser el mayor deleite, gracias a esa pasión quijotesca que desborda la necesidad de experimentar lo novedoso, lo misterioso, eso que cualquier ojo no logra observar. Posee ese toque humoristico e irónico para tratar verdades que no siempre torturan a un ser, sino que simplemente hacen bajar de las nubes y sentir la satisfacción de pisar la tierra nuevamente.




Juan José Arreola, es uno de los mejores literatos del siglo XX, desempeñando en su vida real el papel de Anatol, personaje de la obra de teatro de Arthur Schnitzer, ya que logra seducir a las mujeres por su incomparable lenguaje, ingenio y perspectiva de la vida. Su espíritu freudiano, llega a crear una lectura favorita, en donde se respira una especie de libertad intelectual, que da paso a descubrir ese lado increíble de los poetas y filósofos, de poder comprender el inconsciente y subconsciente. También toma el lugar de un célebre flautista de Hamelin, al robar el talento de uno sus fieles amigos locutores, haciendo dependientes a los radioescuchas de su voz y palabras, esa ansiedad por apreciar lo abstracto, lo confuso.
Envuelto por la onda Nerudiana, con los indiscutibles versos de Residencia en la tierra, me lleva a cruzar esas campanas en cruz y dejar pudrir esas formas demasiado lejos recordadas, haciéndose polvo lo amargo, lo inútil para mi alma.