19/5/09

Lo incierto




Por Eldisa Azuara




Me angustia pensar que ya no volverás, o que quizá haya alguna esperanza de que me sorprenda tu rostro el día más inesperado. Han sido tan frías las noches desde tu partida, mi alma sólo se alimenta de recuerdos que me impulsan a regresar al pasado y al mismo tiempo a sentir coraje de ser incapaz de hacerlo.




En mis oraciones aparece tu nombre y Dios me concede una tremenda tranquilidad. Haz sido una puerta de paz en mi vida, un racimo de sonrisas, una caja de ilusiones. No puedo entender hasta hoy, como nos fue hundiendo el mar de la distancia y ser arrastrados por las olas de la incertidumbre. Mi brújula me desorientó y me convencí de buscar otros caminos de probar nuevos vientos, que con el paso de los años me ayudaron a conocer más sobre mi misterioso ser. Me encontré con pantanos que deseaban atraparme, por un instante me sentí vencida, pues ya no veía ningún rastro de luz, me envolvía el velo de la desesperación que me guío a vías confusas que resultaron peor, aunque al principio eran seductoras aparentaban ser un paraíso, parecía satisfacerme. Sin embargo todo termino al darme cuenta que había perdido mi libertad y que sucesivamente perdería los tesoros mas importantes como el perfume de la inocencia o los frutos de la pureza. Al descubrir la verdad de ese falso paraíso vi que todo era una danza de mascaras y que leones devoradores iban detrás de mi. El escudo de la paciencia volvió a mi y por eso sigo aquí, sin descartar el sueño de verme nuevamente junto a ti y batallando con esas olas del nunca jamás.

1 comentario:

  1. En mi vida tan llena de oscuridad siempre ha estado Dios para iluminarme. Este día esa luz tan hermosa proviene de las palabras de una hija de Dios que describe tan oportunamente su sentir, aquel sentir con el que me siento tan identificado; sin embargo me dejé seducir por todo aquello que me prometía la felicidad que tanto anhelo, aquella búsqueda de la felicidad que mi voluntad cegada por la impaciencia me han llevado por un camino de oscuridad en el cual me encuentro en estos momentos, en los que quisiera que mi existencia en la tierra fuera reclamada por el mismo Dios, el cual me mira con amor y me pide paciencia... Herido por las garras de esas fieras; perdida la inocencia y la pureza con las que mi espiritu relució y que ahora, no queda más que polvo... Pero la batalla aun no está perdida, aun quedan restos de esperanza, aun...

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